Desde luego, no pensé en ningún momento que este entretenimiento mío alcanzara esta dimensión, y esto ha sucedido por la cantidad de personas que me habéis ayudado: unos, animándome a seguir adelante en algún momento en que estuve a punto de tirar la toalla otros, por el material que me habéis enviado, y todos, por las visitas y comentarios que ponían la salsa para que el guiso fuera apetitoso.
He estado en contacto con vosotros durante dos años justitos pasándomelo muy bien y disfrutando mucho. Como no puede ser de otra manera, ahora toca daros las gracias a todos: a mi hijo, que fue el padre de la criatura, y como buen padre la ha estado vigilando y sacándome de los líos técnicos en que, por ignorancia, me metía; a todos los colaboradores que me habéis estado mandando fotos y comentarios (citar a todos sería inacabable, y los que seguís el blog, ya los conocéis); a los medios de comunicación que me ayudaron a dar a conocer el blog (empezando por DGratis, que fue el primero); a los foros y los blogs que me han apoyado y enseñado muchas cosas (gracias, Skyscraper, porque ahí empezó todo); a los responsables de la obra y de El Corte Inglés que en varias ocasiones me abrieron las puertas de su futura casa, en fin, a todos los que habéis participado de alguna manera, aunque sólo fuera visitando el blog.
A todos, muchas gracias por hacer un blog, que al principio era obra mía pero que, al final, lo ha sido de todos vosotros.
¿Y ahora, qué? Bueno, el blog seguirá abierto a las visitas (mientras Blogspot nos lo permita) para todo el que quiera ver cómo un cuartel se convierte en unos grandes almacenes. Dejaremos abierta durante una temporada la posibilidad de introducir comentarios en las últimas entradas, y después, desactivaremos los comentarios en el blog (manteniendo, por supuesto, los ya existentes). Quizás algún día esté con el “mono” y cuelgue alguna foto de este tema o de otro que me llame la atención. Mi correo sigue abierto a los que me queráis mandar un saludo o contar algo, y si me veis por la calle, no os cortéis de pararme y saludarme, que ahora soy un jubilado sin obras que mirar :-)
Lo dicho: a todos, gracias, y hasta siempre.
Biobacho-Cándido.